Christian Camilo Márquez era un colombiano 32 años de edad que no tenía entrenamiento militar previo, solo había prestado el servicio militar en la Policía Nacional de Colombia y se unió a la legión de extranjeros que ayudarían proteger la soberanía de Ucrania, solo tenía la firme convicción que “Rusia estaba haciendo algo malo”, decían sus familiares.
Desde que era pequeño, cuando estaba en el colegio, Christian manifestó su deseo de pertenecer a alguna fuerza armada en Colombia, y -aunque quiso prestar su servicio militar en el Ejército– su mamá le dijo que no lo hiciera por el conflic.to armado tan agudo que existía en aquel entonces con las diferentes guerrillas del país.
Por lo anterior, Cristian Camilo decidió hacer su servicio militar en la Policía Nacional como auxiliar y no como soldado como lo quiso en un principio.
Después trató en enrolarse definitivamente en la policía, pero – según su hermano Álvaro Murcia- siempre pasaba los primeros filtros, pero en el último se quedaba, lo que truncó su sueño.
Al pasar del tiempo, cuando se desencadenó el conflicto ruso – ucraniano, Christina Camilo se topó con un correo de voluntarios extranjeros para defender la libertad de los ucranianos, escribió a él y le respondieron de vuelta con las instrucciones para llegar y unirse a este grupo desde la frontera de Polonia con Ucrania.
Márquez informó sobre sus intensiones de enrolarse con esta legión extrajera en Ucrania a sus familiares, pero solo creyeron que se trataba de un “arranques de muchacho”, por lo que no prestaron mucha atención al anuncio.
Christian Camilo empezó a vender sus cosas para poder costearse el viaje hasta Polonia, lo último que supo la familia es que el ya tenía su tiquete con destino a Francia y luego hasta la frontera ucraniana.
Al llegar a la base le dieron dos semanas de instrucción y entrenamiento básico junto a otro extranjeros o ucranianos que residían en otros países. A pesar de las horas de entrenamiento, siempre encontraba un minuto diario para poder hablar con su madre.
Su hermano, Álvaro Murcia, afirmó a Caracol Radio que el no era ningún mercenario o que se fue a Ucrania lucrarse con esta guerra: “él se fue porque quería, (…) no tenía esposa ni hijos, el no tenía necesidad ”.
Murcia afirma que Christian Camilo no tenía intensiones de volver a país, incluso él afirmaba que ni perecía en el combate y sobrevivías al final se quedaría a vivir en Ucrania.
Márquez, en su entrenamiento en la legión extrajera en Ucrania, se especializó en repeler los tanques rusos, tenían a su disposición varios lanzacohetes para este fin.
Cómo fue el ataque que terminó con la vida de Christian Camilo Márquez
El joven colombiano se encontraba en la zona de Izium, una ciudad al este de Ucrania, ubicada en el río Donets perteneciente al óblast de Járkov. Ese día la munidad en la que estaban se habían atrincherado, al verse que estaba muy rodeados, él y un checo salen a dispararle a un a unos de los tanques que estaba más cerca, de da de baja a ese vehículo de asaltó pero le disparan en un costado y -luego- en la cabeza.
Varios compañeros, tras la lucha, fueron a recuperar el cuerpo e informar a los familiares y aunque Christian había firmado una documentación en la que afirmaba que no se repatriaría su cadáver, su mamá dio la autorización para que lo cremaran y lo devolvieran a tierras colombianas junto a sus objetos personales.
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