Desde hace 31 días, la ecuatoriana Maribel Villacrés no sabe nada de su hija de ocho años, que desapareció luego de que la corriente de un río en la Selva del Darién la arrastrara. Villacres, de 30 años, que intentó llegar de forma irregular a los Estados Unidos, pide a las autoridades que le ayuden a localizar a la pequeña.
Según recoge una nota periodística difundida en la televisora RTS de Ecuador, Villacrés buscaba mejores condiciones para ella y sus tres hijos de diez, ocho y cuatro años. La mujer vivía en Guamaní, en el sur de Quito, y según relató su madre en televisión, Villacrés no tenía trabajo fijo y realizaba varias actividades para sostener a su familia, como lavar ropa.
Con la esperanza de un mejor futuro, Villacrés vendió lo poco que tenía, tomó a sus hijos y emprendió por su cuenta el viaje irregular. Este fenómeno, cada vez más frecuente, se conoce como migración propia, es decir que la persona viaja sola, sin coyote, como se denominan popularmente los traficantes de migrantes.
Las autoridades han detectado que los viajes por tierra, como el que hizo Villacrés, inician en Quito y continúan hasta el Puente Internacional Rumichaca, en la frontera colombo-ecuatoriana, donde los viajeros abandonan Ecuador.
Desde allí, los viajeros recorrerán Colombia en transporte terrestre hasta Necoclí, en el departamento de Antioquía. En el puerto de Necoclí los migrantes cruzan en embarcaciones hasta la Selva del Darién, uno de los lugares más peligrosos del trayecto. Quienes logran transitar por esa zona luego continúan su viaje por seis países más, hasta llegar a la frontera sur estadounidense. Este viaje puede durar entre dos y tres meses.
La Selva del Darién es una jungla ubicada entre el noreste de Colombia y el suroeste de Panamá. Tiene 575.000 hectáreas y aunque es Patrimonio de la Humanidad desde 1981, la migración riesgosa, las mafias que operan allí y los animales de la zona, la han convertido en uno de los puntos más peligrosos para los viajeros de varias nacionalidades que buscan llegar a los Estados Unidos.
La tragedia que vive Maribel Villacrés sucedió mientras cruzaba por el Darién. Cuando atravesaba un río, su pequeña fue arrastrada por la corriente. Villacrés se lanzó a las aguas para intentar rescatar a su hija pero no lo logró. Incluso otro viajero hizo lo propio, pero días después encontraron al hombre muerto. Sin embargo, de la hija de Maribel no hay rastro.
Según la noticia televisada, Maribel Villacrés y sus otros dos hijos, ahora están en un campamento en Panamá, en condiciones precarias. Villacrés y su familia piden ayuda a las autoridades ecuatorianas para encontrar a la pequeña y para retornar al país.
Sin embargo, cuando hay migrantes desaparecidos, para que se activen los protocolos que la Cancillería tiene, los familiares deben realizar una denuncia formal en la Fiscalía del país y presentar una copia a las autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana, según recogió el diario El Universo.
También, en octubre, la Cancillería informó a Infobae que cuando un migrante es detenido por las autoridades de un país distinto al Ecuador, la situación del viajero es competencia de dicho país y la Cancillería ecuatoriana, a través de sus cuerpos diplomáticos, solo puede intervenir para brindar atención médica, identificar a las personas, cerciorarse de que sus derechos no hayan sido vulnerados y para documentarlos, pues muchos no tienen su cédula o pasaporte con ellos.
Este no es el primer caso de migrantes ecuatorianos desaparecidos en la Selva del Darién.
La última semana se conoció que dos ecuatorianas desaparecieron en esa selva, luego de que una lancha en la que intentaban cruzar un río se volcara. Las mujeres, junto con otros tres miembros de la familia Pincay Toaza, intentaban llegar a los Estados Unidos, partieron desde Guayaquil y realizaron el trayecto por tierra.
Al momento de la tragedia, que sucedió el 6 de diciembre, pero que se hizo pública este 22 de diciembre, cinco mujeres estaban desaparecidas. Sin embargo, se lograron recuperar los cuerpos de tres mujeres que se ahogaron y otras dos siguen desaparecidas.
Una de las fallecidas es Sonia Pincay Toaza, de 52 años y madre de cinco hijos. Su cuerpo fue trasladado a una morgue de Panamá y, luego de que su familiar recaudara el dinero necesario –incluso pidiendo préstamos–, ahora está en tránsito hacia Guayaquil, Ecuador, donde su familia espera darle el último adiós.
Las dos mujeres desaparecidas son Teresa Pincay Toaza, de 62 años, viuda y madre de cuatro hijos mayores de edad. Teresa era comerciante informal y buscaba llegar a los Estados Unidos para tener mejores oportunidades. La segunda mujer es Yamileth Rodriguez Pincay, de 20 años que estudiaba en la Universidad de Guayaquil. Ella quería ser ingeniera industrial.
Según los datos del Servicio Nacional de Migración de Panamá, los ecuatorianos son los segundos viajeros que más cruzan por la Selva del Darién, después de los venezolanos. Hasta noviembre de este año, más de 21.500 ecuatorianos transitaron por ese riesgoso trayecto.
En octubre de este año, Infobae alertó sobre las publicaciones en TikTok de traficantes de personas que publicitan supuestos trayectos seguros para viajar de manera irregular a los Estados Unidos. Lo más alarmante es la cantidad de personas interesadas en viajar, lo que demuestra las inequidades y pocas oportunidades que hay en ciertos sectores de la sociedad ecuatoriana.
TOMADO DE*infobae.com