Grupos de izquierdas, antiguos compañeros del mandatario y familiares de las víctimas y del más de millar de detenidos que aún se hallan desaparecidos se reunieron junto a la estatua que preside la entrada al ministerio de Justicia y Derechos Humanos y de allí marcharon al cementerio de Recoleta, donde reposan sus restos.
Allende se quitó al vida el 11 de septiembre de 1973 de un disparo en su propio gabinete del Palacio de La Moneda, desde el que trató de repeler la asonada y donde tuvo que claudicar después de que el Ejército bombardeara el edificio y lo asaltara a sangre y fuego.
Horas después, las fuerzas golpistas detuvieron a decenas de miles de personas, a cientos de las cuales fusilaron de inmediato, sin mediar juicio, y emprendieron una oleada de represión que duró casi una década y que tuvo como principal objetivo los partidos Socialista y Comunista, y el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR).
ACTO INSTITUCIONAL
La mañana, fría y lluviosa como aquel aciago día de 1973, arrancó con un acto institucional en el interior del Palacio de la Moneda en el que el presidente de la República, Gabriel Boric, admirador de Allende, elogió su figura y volvió a anunciar la intención de su gobierno de avanzar en el nuevo plan de búsqueda de los desaparecidos.