Niñas afganas refugiadas en la puerta de una escuela improvisada, en un barrio periférico de Islamabad, habitado mayormente por familias que escaparon del talibán.
Desde la invasión soviética de Afganistán en 1979 hasta el repentino ascenso al poder de los talibanes el año pasado, Pakistán ha acogido a millones de afganos que huyen de la violencia y la opresión que continúan azotando a su país en la actualidad.
A pesar de las dificultades y la incertidumbre que definen esta vida en el limbo, hay una humanidad esencial que brilla a través del viaje lento y a menudo mundano que uno debe emprender cuando busca paz y estabilidad en un nuevo hogar. Hice estas imágenes buscando retratar la esencia de esa belleza y tristeza.
Una niña se para fuera de una escuela improvisada después de clase en un campo de refugiados en las afueras de Islamabad.
Una ex oficial de policía en Afganistán se siente abrumada por la emoción mientras cuenta la historia de su escape de los talibanes.
Tres generaciones, madre, hija y abuela, se sientan en el suelo de una pequeña habitación alquilada en Rawalpindi.
Una mujer que perdió un brazo en un ataque por violencia de género en medio de una protesta contra el régimen taliban.
Un maestro de escuela de 19 años se encuentra con su clase frente a una escuela improvisada en un campo de refugiados en las afueras de Islamabad, Pakistán.
Un anciano de una aldea usa un rosario, conocido como misbaha, mientras se sienta en una escuela improvisada en un campo de refugiados en las afueras de Islamabad.
Ali era cocinero en una ONG internacional en Kabul, ahora vive en Pakistán, donde colabora en la cocina de una mujer que recibe refugiados. Aquí, hace un tradicional manto afgano (como dumplings) bajo las escaleras de un centro comercial en Rawalpindi, Pakistán.
Benazir es refugiada ella misma, pero además ayuda a otros compratriotas. Al frente de su café, proporciona trabajo a los afganos vulnerables y protección de las autoridades mientras esperan la evacuación.
Niños en un parque donde se realiza la protesta ‘Mátennos’ (Kill Us), donde algunas familias acampan desde hace más de un mes.
Uno de los líderes de la protesta ‘Mátennos’ (Kill Us) en Islamabad habla con los periodistas sobre las demandas del movimiento de refugiados.
Participantes del movimiento de protesta “Mátennos”. Exigen la protección de los derechos de los refugiados y la evacuación de Pakistán, o ser asesinados, habida cuenta de que no tienen destino posible. Aquí, de pie mientras los líderes hablan con los periodistas.
Una familia hazara sentada en un apartamento alquilado en Rawalpindi mientras esperan la evacuación.
Un ex empleado de una ONG extranjera en Kabul frente a una oficina de extensión de visas en Rawalpindi.
Una familia de afganos participa en un movimiento de protesta en Islamabad.
Los ancianos de la aldea se reúnen para discutir la construcción de una nueva escuela en un campo de refugiados en las afueras de Islamabad.
Un anciano de una aldea muestra los cimientos de una escuela sin terminar en un campo de refugiados en las afueras de Islamabad.
Un joven recién llegado a Pakistán toma clases de inglés en una academia privada en Rawalpindi.
Una joven afgana come maíz en el campamento de su familia en la protesta “Mátennos”, en Islamabad.
Una niña asiste a clases en una escuela improvisada en un campo de refugiados en las afueras de Islamabad.
*Algunos nombres han sido eliminados para proteger la identidad de los sujetos. Este proyecto fotográfico fue financiado por el Fondo de Emergencia COVID-19 para Periodistas de la National Geographic Society.}