Rusia está quemando el exceso de gas que no envía a Europa. Posiblemente, el que ahora no exporta hacia Alemania través del gasoducto Nord Stream 1, que lleva semanas funcionando solo al 20% de su capacidad y cuyos flujos serán interrumpidos entre el 31 de agosto y el 2 de septiembre «para llevar a cabo el servicio técnico de la única instalación de bombeo en funcionamiento», según informó el gigante ruso Gazprom.