Aunque muy pocos lo saben, la actriz ganadora del Oscar durante su infancia tuvo grandes intenciones de “entregarle su vida a Dios”. Sin embargo, todo cambió al escuchar una importante confesión de su hermano
Anne Hathaway es considerada una de las actrices más importantes en la historia del Hollywood moderno, pues su paso por el séptimo arte la ha hecho acreedora al Oscar así como a millonarios contratos que muy pocas celebridades han logrado en la industria cinematográfica. Sin embargo, nada de esto hubiera ocurrido sin la confesión de uno de sus hermanos que cambió por completo la profesión que quería ejercer cuando era solo una niña: pertenecer a la iglesia católica.
Aunque el mundo y la industria del entretenimiento considera que nació para darle vida a miles de personajes, durante sus primeros años de vida las importantes tradiciones y costumbres de su familia, como con cualquier otro niño, impactaron de forma significativa en su visión sobre el mundo y el deber que podría tener en él.
Por ese motivo, en cuanto empezó a tomar las primeras grandes decisiones de su vida llegó a pensar que Dios, a través de diversas representaciones, estaba tratando de decirle que debía “dedicarle su vida a él”. Una idea que por poco la orilló a convertirse en monja o en algún otro hábito que le permitiera estar de manera directa conectada con la gran religión que profesaban con mucha devoción todos los integrantes de su familia.
No podía apoyar una religión que no funcionaba a favor de su hermano
A pesar de que el mundo de la actuación siempre estuvo presente en su entorno cercano y familiar, pues es hija de la actriz de teatro Kate McCauley y del abogado Geraldston Hathaway, durante sus primeros años la actriz de grandes cintas como Alicia en el país de las maravillas, Las brujas y The Dark Knight Rises contempló la idea de explorar por qué todas sus personas alrededor tenían un fuerte interés por la religión católica.
Por ello y con tan solo 11 años, la también modelo deseaba ser monja. La estrella de The Princess Diaries estaba convencida de que servir a Dios era su destino, después de que recibió un llamado del todopoderoso para ejercerlo a pesar de que sólo tenía poco tiempo ejerciendo una vida social y sus estudios eran prematuros, así lo declaró Hathaway en el artículo Anne Hathaway Wished to Be a Nun para The Himalayan Times el 18 de mayo de 2008.
Sin embargo todo dio un cambio repentino cuando se percató que no podía apoyar una religión que no funcionaba a favor de su hermano, el mayor de dos de nombre Michael -ella es la hija de enmedio-, de quien descubrió que era homosexual cuando tenía 15 años. “Me criaron como católica. Cuando tenía 11 años, sentí que recibí un llamado de Dios para ser monja”, dijo para la misma entrevista.
“Pero cuando tenía unos 15 años, me di cuenta de que mi hermano mayor era gay y no podía apoyar una religión que no apoyaba a mi hermano. Ahora me llamo cristiana sin denominación, porque no he encontrado la religión para mí”, aseguró en el mismo año, aunque tiempo después el panorama cambió respecto a la fe que ejerce, más no a la idea de seguir apoyando a su hermano mayor con algo que durante años no le permitió ser quien era.
Pese a los arraigados valores que le habían inculcado durante toda su vida, la actriz en ese momento decidió dejar todos los proyectos que tenía dentro de su religión para profesar otra cosa y así poder seguir apoyando de manera incondicional al hombre que en más de una ocasión ha nombrado que ve “como otro padre” ya que fue su gran ejemplo durante la infancia y adolescencia.
Anne Hathaway terminó con su religión para iniciar su apoyo incondicional a la comunidad LGBT+
“¿Por qué debería apoyar una organización que tiene una visión limitada de mi amado hermano?”, expresó la intérprete ganadora del Oscar en la categoría Mejor Actriz de Reparto por la película Los miserables del año 2012 -el musical dramático recibió críticas generalmente favorables- para la revista GQ en su edición británica.
En esa misma entrevista aseguró que buscó todos los motivos por los que Michael no era “bien recibido” en la “institución que se dedica a predicar amor en nombre de Dios”, por lo que entre mayor información tenía más cuestionaba todo aquello con lo que había crecido.
“Toda la familia se convirtió al episcopalismo después de que salió mi hermano mayor”, agregó para después finalizar: “Así que no soy… nada. A la mierda, me estoy formando. Soy un trabajo en progreso”.
Anne Hathaway es considerada como una de las aliadas LGBT+ más grandes de la industria del séptimo arte, pues desde la elección de apoyar a su hermano con su orientación sexual no ha dejado de participar en proyectos para la comunidad, algunos desfiles del orgullo e incluso en entrevistas y discursos con la misma temática se ha posicionado públicamente a favor del matrimonio igualitario y la adopción homoparental, siendo una de las pocas estrellas que lo han hecho con el mismo caso de familiares diversos.
CON INFORMACION DE-infobae.com