El Secretario General de la ONU, António Guterres, advirtió este miércoles sobre la “peligrosa escalada de violencia” que se vive en ciertas zonas de Ucrania, entre ellas, la central nuclear de Zaporizhzhia, donde ya hay señales de alerta que anticipan la autodestrucción en caso de un accidente.
Guterres, que la semana pasada visitó Ucrania y comprobó de primera mano avances en aspectos clave como la exportación de cereales, señaló ante el Consejo de Seguridad de la ONU que “los combates no muestran signos de terminar”, a pesar del progreso en aspectos humanitarios.
El jefe de Naciones Unidas se mostró “profundamente preocupado” por la situación de la central de Zaporizhzhia, controlada por las fuerzas rusas. “Cualquier acción que pueda poner en peligro la integridad física o la seguridad de la planta es inaceptable”, sentenció.
El Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) pidió enviar una misión a estas instalaciones y Guterres confía en que sea “cuanto antes”, para lo cual es necesario que ucranianos y rusos lleguen a algún tipo de acuerdo.
Guterres también expresó su preocupación por el trato infligido a los prisioneros de guerra y abogó por esclarecer lo ocurrido en Olenivka, Donetsk, donde a finales de julio fueron ejecutados combatientes del batallón Azov, aliado de Kiev en este conflicto.
La ONU anunció el envío de una misión para “establecer los hechos”, como lo planteó el secretario general. “Esta misión debe poder llevar su trabajo de forma libre”, reclamó Guterres, que aspira a que sus enviados puedan visitar todos los lugares y recabar todos los testimonios que consideren oportunos.
El máximo líder de Naciones Unidas felicitó a Ucrania por su Día de la Independencia y manifestó que su población “necesita paz”. Una paz, añadió, “en línea con la Carta de Naciones Unidas, en línea con el Derecho Internacional, después de medio año de graves abusos”.
La semana pasada Guterres, advirtió que cualquier daño infligido a la central nuclear ucraniana de Zaporizhzhia sería “un suicidio”, después de que Rusia y Ucrania se acusaran mutuamente de bombardear la planta, la más grande de Europa.
“Debemos decir las cosas como son: cualquier potencial daño a Zaporizhzhia sería un suicidio”, declaró Guterres en Leópolis, al oeste de Ucrania, donde volvió a pedir que se desmilitarice la central, ocupada por el ejército ruso desde marzo.
Guterres se mostró “profundamente preocupado” por la situación de la central y pidió que esta no se utilice “para ninguna operación militar”.
“Necesitamos urgentemente un acuerdo para restablecer Zaporizhzhia como infraestructura puramente civil y para garantizar la seguridad de la región”, declaró.
Ucrania asegura que Rusia almacena armas pesadas en la central de Zaporizhzhia y que desde allí bombardea posiciones ucranianas. También acusa a las tropas rusas de efectuar disparos contra sectores de la central con el fin de atribuir esos bombardeos a Ucrania.
Las autoridades rusas negaron haber desplegado armas pesadas en el lugar y afirmaron que allí solo hay unidades encargadas de garantizar la seguridad de las instalaciones.
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, pidió a las Naciones Unidas que garanticen la seguridad en la central, donde el aumento de los combates ha hecho temer un incidente nuclear.
“La ONU debe garantizar la seguridad de este objeto estratégico, su desmilitarización y la completa liberación de las tropas rusas”, dijo Zelensky en un comunicado tras reunirse con el jefe de la ONU.
(Con información de Europa Press y AFP)