Rusia opera al menos 21 centros de detención e interrogación de civiles y prisioneros de guerra ucranianos en áreas ocupadas de Donetsk donde se violan los derechos humanos, según un informe de la Universidad de Yale en colaboración con el Departamento de Estado de EEUU.
El reporte, publicado este jueves y basado en imágenes por satélite, análisis de datos y confirmación de al menos cinco fuentes independientes, no detalla estimaciones de cuántas personas han pasado o se encuentran dentro de este sistema de detención en el este de Ucrania.
El Laboratorio de Investigación Humanitaria de Yale ha identificado con “alto nivel de certeza” todo un sistema de procesos y de infraestructura para registrar, interrogar y detener a ucranianos, incluidas “detenciones extrajudiciales y en régimen de incomunicación”.
La investigación también halló dos áreas de tierra removida “consistentes con posibles fosas comunes o tumbas individuales”.
Según información pública citada por el informe, en los centros de detención habría celdas superpobladas, mala higiene, insuficiente acceso al agua, desnutrición, trabajos forzados, palizas y torturas.
Este entramado fue construido semanas antes del inicio de la invasión, el 24 de febrero, por parte de las fuerzas prorrusas de la autoproclamada República Popular de Donetsk y creció tras la captura de la ciudad de Mariúpol por parte de Rusia en abril de 2022.
La Universidad de Yale participa en el Observatorio de Conflictos, una plataforma financiada por el Departamento de Estado y lanzada en mayo pasado para recopilar pruebas de crímenes de guerra cometidos por las fuerzas rusas en Ucrania.
En un mensaje en Twitter, el secretario de Estado de EEUU, Antony Blinken, denunció que los procedimientos de detención de las tropas rusas “están devastando la vida de cientos de miles de civiles” en Ucrania, y prometió que los rusos “rendirán cuentas” por ello.
Otras investigaciones del Observatorio de Conflictos han señalado con anterioridad que al menos 21 centros sanitarios y 30 escuelas de primaria de Lugansk han sido bombardeadas por Rusia, mientras que 450 lugares patrimoniales como museos y sitios arqueológicos han sufrido daños.
La embajada de Rusia en Estados Unidos salió al cruce del informe con un comuniocado en el que señala: “El Departamento de Estado continúa difundiendo especulaciones sobre los ‘campos de filtración’ supuestamente establecidos por nosotros en la República Popular de Donetsk, así como la participación de las Fuerzas Armadas rusas en la destrucción de instituciones educativas, médicas e instalaciones culturales en la República Popular de Lugansk”, y aseguró: “Esta es otra falsificación destinada a desacreditar la operación militar especial rusa”.
Rusia inició su invasión de Ucrania el 24 de febrero y, actualmente, la guerra está estancada con tropas de los dos países en combates aislados en zonas del sur y este del país.
Estados Unidos cree que Rusia está preparando referéndums manipulados para anexionarse zonas del este ucraniano, algo de lo que se ha desmarcado el Kremlin, que también ha negado haber atacado a civiles.
El presidente estadounidense, Joe Biden, anunció esta semana un nuevo paquete de ayuda militar a Ucrania de 2.980 millones de dólares, el mayor hasta ahora.
(Con información de EFE)